jueves, 31 de octubre de 2013

La Verbena de La Inés

Tenía mucha curiosidad por el programa doble que se está representando en el Teatro De La Zarzuela. Un Falla casi inédito, para mi lo era, ya que jamás había escuchado ni uno solo de sus cantables, y  la gran vaca sagrada de nuestra zarzuela , La Verbena De La Paloma. Quiero explicar el término Género Chico, ya que suele haber un error de bulto habitual, que a mi me resulta muy irritante. La zarzuela, se divide en Género Grande, o Zarzuela Grande y Género Chico. Muchas veces se recurre a denominar a nuestro género lírico en su totalidad como Género Chico, cuando este término  únicamente responde a las piezas de corta duración que se representaban en la época dorada del Teatro Apolo. Es un término que se refiere exclusivamente a la duración, no a su calidad musical. No me quiero ir por las ramas, así que retomo lo que aquí me ocupa. La Verbena De La Paloma es un toro bravo, que pocos directores de renombre se atreven a lidiar, hay títulos tan emblemáticos, que son difíciles de abarcar de forma acertada, por razones obvias, y me moría  por ver como se las ingeniaba José Carlos Plaza para salir airoso del reto, cosa que no consigue y que luego explicaré. Con estos sentimientos ayer miércoles me acerqué al coliseo de la Calle Jovellanos, día del espectador y entrada de gallinero, que si uno quiere ver todo lo que le apetece, no tiene mas remedio que hacerlo así.




En la crítica que hoy me ocupa, quiero hacer énfasis en una cosa, voy a diferenciar muy mucho la discutible propuesta escénica de Plaza  y el nivel artístico de la producción, ya que en este montaje es de justicia hacerlo. Los Amores De La Inés, es un juguete cómico, muy leve en lo literario y bastante mas interesante en lo musical, a pesar del desprecio absoluto de Falla hacia esta obra, creo yo que compuesta por tan insigne músico en su época de juventud, por asuntos claramente pecuniarios. El elenco a nivel vocal está mas que correcto, destacando una superlativa Susana Cordón como La Inés del título, de bello timbre, templados agudos y dicción perfecta. En la parte actoral está un poco mas floja, cosa que me sorprendió mucho, dada la estupenda Berta que perpetró hace poco mas de un mes en el Real, Desaprovechadísimo Enrique Ferrer, en un papel deslucido para su estupenda voz, que tantas veces he escuchado. Enrique aporta el soberbio fraseo marca de la casa, la belleza de su instrumento y su mas que solvente presencia escénica. Es un artistazo en toda regla, nunca falla y se nota. Destaco también un delicioso Santos Ariño, que tiene el papel mejor desarrollado de estos Amores, con una estupenda escena final, que lleva a su terreno sin ningún problema, sobrio, gracioso y nada "zarzuelero" el resto del elenco en general cumple, salvo Pepa Gracia como Felipa, un poco perdida e intentando imprimir carácter a un personaje con recursos en mi humilde opinión equivocados, cosa que supongo que estaría marcada así durante los ensayos. Encontré a José Carlos Plaza desganado dirigiendo este sainete, muy deslabazado en el principio del mismo, siendo una caótica amalgama de personajes que hablan un poco al tuntún dejando desconcertado al espectador durante los diez primeros minutos de función, y con una torpemente resuelta intervención del coro desde el patio de butacas. Plaza experto en estas lides, y algo que hace mucho en sus espectáculos, debería darse cuenta de lo deslucido que queda, no por culpa del coro, sino del espacio en el que se encuentran. Dos filas perfectas e inamovibles  a cada lado del patio no tienen ningún efecto estético, y en el contexto de la obra es absolutamente innecesario. Sosísma la escenografía basada en los cuadros de la pintora Amalia Avia, de tintes Barojianos, o Valleinclanescos, no lo tengo yo muy claro. Muy plana la iluminación y  muy mal resuelto el único cambio de escenografía que consiste en girar de forma un tanto rudimentaria la estructura central  y añadir, ocho mesas con sus respectivos manteles. Señores que estamos  en el Teatro De La Zarzuela... templo de nuestra  lírica. Menos es mas, me gusta aplicado al teatro, pero una cosa es una elegante propuesta minimalista y otra esto. Al menos encontré coherencia en el espectáculo, y una clara idea de hacia donde quería llevar este título Plaza. Cosa que con La Verbena como ahora contaré no ocurrió.




Después del intermedio, en el que aconteció una entretenida discusión sobre lo que acabábamos de ver. Nos dispusimos a ver La Verbena De La Paloma, yo con poco ánimo la verdad, porque la propuesta de Los Amores, me dejo mas frío que caliente. Empieza el Preludio, y asistimos a un manido efecto de cuadro plástico, pero que al menos resulta atractivo visualmente, unas luces mas conseguidas, y el mismo tono feista-naturalista del primer título. Me sorprendió gratamente, pero sin tirar cohetes. La parte musical gloriosa, los solistas están todos estupendos, destacando a María Rodríguez como una mayúscula Señá Rita. Enrique Baquerizo crea un Hilarión distinto, pero dentro de una propuesta válida, siempre y cuando se sea un espectador desprejuiciado.  A mi no me molestó y me pareció una visión interesante del personaje. Puedo decir que esta ha sido una de Las Verbenas mejor cantadas y tocadas que he escuchado en mi vida y digo sin asomo de pedantería que son bastantes mas de doscientas... Amelia Font interpreta una Tía Antonia muy tradicional, y que se lleva la función. El resto del elenco de muy bien a estupendo, destaco la habitualmente cortada escena del baile, con sus pinceladas de múltiples personajes, y una Ana Goya como Doña Severiana, realmente maravillosa . Posteriormente reflexionando sobre esta Verbena fui incapaz de hilarla, me explico, pensaba en cuadros diferenciados, o momentos puntuales, pero el espectáculo no tiene una línea. El primer fallo, es la diversidad de estilos en cuanto a la interpretación que se vislumbran en la producción, hay al menos tres formas distintas de trabajo, las tres muy válidas por separado, pero que si se juntan no funcionan. A Plaza se le escapó este detalle, o lo quiso acentuar por algún motivo que yo no pude vislumbrar. El trasiego escenográfico es muy desconcertante, toda la función está plagada de movimientos innecesarios , que pretenden dar sensación de movilidad en los actores, pero que no acaba de funcionar como efecto. A esto añadir algunos problemas de dramaturgia y convencionalidades que no cuelan. La posición de la casa de Casta y Susana es perfectamente visible desde cualquier lugar del escenario, y Julián cuando descubre con quien se la pega su amada, ya lleva cinco minutos en un lugar donde se vería perfectamente a Don Hilarión.... ya se que en teatro tutto é convencionale... pero hasta cierto punto. En el montaje hay aciertos, como el estupendo cuadro de La Cantaora, con una Sara Salado maravillosa. Encontré un velado homenaje a La Verbena cinematográfica de Benito Perojo, donde también se jugaba con diferentes alturas. El coro está sembrado, ejecutando unas Seguidillas muy bien cantadas y muy bien movidas, siendo su desembarco en el final del Dúo-Habanera muy conseguido.Los figurines de Pedro Moreno, sobre todo en las féminas, son muy bonitos, e imprimen el carácter necesario a cada personaje. Salí mas contento que de Los Amores, para que voy a mentir. Pero el resultado no es redondo.






En resumen, José Carlos Plaza, no se atrevió con La Verbena, y ha hecho un espectáculo que no aporta nada nuevo, aunque tampoco molesta en exceso. Modernizar la zarzuela, no pasa solo por quitar tipismos (que en esta producción si que los hay aunque no sean los habituales) y prescindir de los mantones de Manila. Disfruté con la música tanto de Los Amores como de La Verbena, pero la propuesta escénica no me convenció. El teatro es como el Un, Dos, Tres..... unas veces se gana y otras se pierde, ahhhh y Viva La zarzuela!!!!!!!!





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domingo, 27 de octubre de 2013

¿ No Es Cierto Ángel De Amor?



Me encanta Don Juan Tenorio, durante mi vida aparece y desaparece como el Guadiana, de forma intermitente. Y cada cierto tiempo tengo necesidad de revisarlo. Es algo que no puedo remediar. Siempre me resulta atractivo, y cuando llegan estas fechas, le suelo dar un vistazo. Tengo grabada en mi retina, aquel famoso y casi alucinógeno Tenorio, dirigido por Luis Escobar en 1949, con Escenografía de Dalí. Ese fue mi primer contacto con la obra de Zorrilla, en mis tiempos de estudiante de interpretación. Aquel Tenorio lo vimos para hacer una comparativa, sobre dos cosas distintas, pero relacionadas entre si. Ver como había evolucionado la forma de interpretar en nuestros actores, y como había cambiado el tratamiento del verso, hoy en día. Una cosa interesante de aquel mítico Tenorio, era también el cambio generacional, que se producía en la escena hispánica, donde nombres como Marsillach, empezaban a formar parte del panorama escénico.Dos generaciones de actores, se juntaban en aquella producción, los herederos de María Guerrero, y los que venían pujando fuerte, Marsillach y Rodero, eran los máximos exponentes de esta nueva generación, y que formaban parte de esta producción. Este Tenorio es un documento interesantísimo a muchos niveles, y tiene toques de sorprendente modernidad, en un momento en el que la escena española estaba bastante anclada en lo rancio, y sometida por la censura franquista. Después vino Tamayo y su revolución, pero esa es otra historia. Que algo se estaba cociendo en nuestros escenarios en aquella época, este Don Juan lo certifica.




                                                  María Guerrero como Doña Inés.




Don Juan Tenorio, escrito en  1844, es nuestro exponente mas claro del Romanticismo.Corriente que en España no tuvo el mismo calado que en el resto de Europa, pero  dio grandes frutos que han pasado a la posteridad.Siendo junto con el título que este post ocupa, Don Álvaro o La Fuerza Del Sino de el Duque De Rivas,el otro gran texto romántico por excelencia, llegando a convertirse en ópera por Verdi en la muy enjundiosa La Forza Del Destino.El Tenorio no tuvo gran éxito de crítica en su estreno. El éxito le llegó en 1860, que es cuando realmente pasó al repertorio habitual del teatro patrio. Fue acusado de ripioso ( que lo es ), pero precisamente es la sonoridad facilona, la que convirtió esta obra en una de las que mas han calado en el saber popular.Sus excesos se los perdonamos, es un claro hijo de su época, y la profundidad de lo que plantea, ha superado, las supuestas carencias o acartonamiento del texto. El secreto yo creo que está en que en un momento en el que las normas sociales eran muy estrictas, el héroe de la función es un auténtico canalla que termina redimiéndose, es decir, vive como un pecador, pero muere como un santo. Algo que mas de uno deseaba en aquella época tan pacata. En estos versos Zorrilla explica el porqué del éxito popular de su personaje:

Tiene que es de nuestra tierra / el tipo tradicional; 
tiene todo el bien y el mal / que el genio español encierra. 
Tiene que es diestro y es zurdo, / que no cree en Dios y le invoca, 
que lleva el alma en la boca, / y que es lógico y absurdo. 
Con defectos tan notorios / vivirá aquí diez mil soles; 
pues todos los españoles / nos la echamos de Tenorios







El contrapunto lo da Doña Inés, la antítesis de Don Juan, representa todo aquello que Don Juan no tiene, pureza, inocencia, candidez y bondad. Lo que empieza siendo una calaverada tan terrible como es seducir a una novicia, lleva a que Don Juan conozca el amor verdadero y que este amor le redima ante Dios. Todos y cada uno de los personajes de El Tenorio, representan de una forma u otra los valores morales  (Comendador y Don Diego Tenorio) o inmorales ( Don Luis Mejía y Brígida ) de la época. Esta amalgama de personajes y psicologías, crean un reflejo perfecto de la esencia del ser humano, y ahí pienso yo, que reside la grandeza de este texto, y el motivo por el cual a todo espectador o lector, le sigue llegando de una forma tan directa, siendo todavía a día de hoy, la obra española mas representada en todo el mundo.





No es mi intención, hacer un profundo y sesudo estudio psicológico de esta obra, ya se ha hecho mucho y muy bien, no es lo que pretendo. Simplemente quiero mostrar mi cariño hacia este texto que tanto me hizo disfrutar en mi adolescencia, y que tantas veces he visto en directo, llegando a conmoverme profundamente, sobre todo en los tres actos de la segunda parte, donde el cambio tan brutal, de Don Juan, nos plantea al espectador, todas las dudas, que alguna vez nos han asaltado. Aunque parezca un poco pedestre la comparación, Don Juan es La Vida Es Sueño contada al pueblo llano, las grandes metáforas de la vida están plasmadas de forma amena y entendible, y el desaforado drama del que se es testigo a lo largo de la representación, hacen muy interesante tan universal texto.





He visto muchos Tenorios, buenos, malos, regulares, casposos y ultramodernos. De todos he sacado alguna reflexión, pero todavía me queda por ver un Tenorio definitivo, quizás el mejor que he visto en directo fue el protagonizado por Luis Merlo, y el peor un bolazo que vi en Gijón del que solo salvé la Brígida de Maria José Goyanes. El Tenorio da lugar a los mas desmelenados excesos escénicos, siendo algunas producciones lo mas parecido a un auto sacramental que uno se pueda imaginar, potenciando los tintes operísticos del asunto, pero que muchas veces se quedan en meros espectáculos de masas, haciendo una muy superficial lectura de los personajes. Craso error, el Tenorio puede ser popular, puede ser un dramón desaforado, pero lo que no puede ser es superficial. La base es la que es, y la profunda filosofía que de sus versos se desprende, son un legado indiscutible que no se debe ni frivolizar, ni perder.





En resumen, El Tenorio es una pieza imprescindible de nuestro repertorio, y que todo aficionado al teatro debe disfrutar al menos una vez. Seguro que a lo largo de la representación, alguno de sus versos, serán repetidos de forma inconsciente, tal es la incrustación de esta obra en el saber popular. Incluso en nuestra zarzuela se cita al Tenorio, concretamente en Luisa Fernanda, donde el tenor cómico cita parte de estos versos de la famosísima Escena Del Diván :

¡Cálmate, pues, vida mía!
Reposa aquí, y un momento
olvida de tu convento
la triste cárcel sombría




Como anécdota decir que Zorrilla, ganó poquito dinero con esta obra, vendió sus derechos por 8000 reales de la época en un momento de apuro económico, justo antes del éxito de la misma. El pobre de Don José todavía se debe acordar de aquella mala venta, en el lugar que se encuentre. Espero que no vuelva del mas allá para pedir cuentas, como hacen todos los muertos que Don Juan lleva a sus espaldas.

Para finalizar, solo decir que el personaje de Brígida me fascina, maligna alcahueta, movida por dinero, y principal culpable del drama que acontece. Recuerdo a Amparo Soler Leal, haciendo este personaje, en una producción de la Compañía Nacional De Teatro Clásico allá por el Año 2000. Acabo de enterarme de su fallecimiento, así que humildemente le dedico este post.





Añado un Tenorio mítico, el protagonizado por Francisco Rabal, Concha Velasco, Maruchi Fresno, Tota Alba y Fernando Guillén entre otros. Es una forma de plantear el teatro distinta a la de hoy en día, pero que dada la envergadura de su reparto, como documento teatral, tiene muchísimo interés. Si a alguien le apetece verlo, en el enlace está la obra completa. 




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jueves, 24 de octubre de 2013

Adiós Manolo!!!








Anécdota sobre Manolo Escobar que el menda vivió en sus propias carnes:
Hace muchos años, me dieron una beca a mí y unos cuantos compañeros mas, de la Escuela De Hostelería de Gijón, mas por guapos que por buenos estudiantes, creo yo. Aquella beca nos permitía ir unos cuantos meses al Reino Unido, para mejorar nuestro inglés y hacer varias ponencias, alabando las virtudes de la dieta mediterránea.Nos tocó en suerte un pueblón del norte de La Isla, que se llama Leeds, con mas de un millón de habitantes, miles de casitas como la de los tíos de Harry Potter, mucha lluvia y muy poco que hacer. Los lunes recuerdo que iba al teatro a ver musicales, representados por compañías de segunda, con mas voluntad que arte, y el sábado por la noche nos íbamos a la discoteca. En eso consistía nuestra aburrida aventura británica. A los dos meses estábamos del earl grey tea, las verduras hervidas, y de los ingleses hasta el moño.Un sábado discotequero hartos de escuchar música rarísima, en el mismo garito de siempre. Una compañera y yo, nos acercamos al pincha, y le dijimos si nos podía poner algo español, el hijo de la Gran Bretaña, nos dijo que of course, así que nos volvimos a nuestro sitio, y como en la copla de la Piquer...mas de pronto se escuchó,un gramófono sonar....y nos pusieron Que Viva España, de Manolo Escobar. Los doce que íbamos en el intercambio, cada uno de su padre y de su madre, con gustos totalmente opuestos, y en una edad, en la que lo que menos escuchábamos era a Manolo Escobar, nos pusimos a corear, bailar y abrazarnos todos al ritmo del tan vapuleado Que Viva España!! De esto aprendí unas cuantas cosas, y una de ellas, fue lo incrustado que está en nuestra cultura esta canción, que fue número uno, en Holanda, Alemania y Reino Unido, cuando de España, no se conocían apenas a nuestros cantantes. Y la otra es que no hay nada como encontrarse con compatriotas en el extranjero. Manolo Escobar, forma parte de todos, negarlo sería de necios. Y a mi no me avergüenza decir que lo he bailado, escuchado y cantado mucho. Adiós Manolo!!! nunca te olvidaré!!!




domingo, 20 de octubre de 2013

Doña Percfecta, La Imperfección De Los Perfectos

He leído mucho a Galdós. El novelón decimonónico me encanta, por varias razones. Su tono algunas veces descaradamente operístico, a pesar del Naturalismo imperante, las descripciones minuciosas del paisaje y el paisanaje de una época muy convulsa, y sus sufridas heroínas, en un mundo mayoritariamente masculino.Forman parte de mi iconografía personal. Soy mucho de grandes personajes, grandes historias, y dramones " mas grandes que la vida". Llevaba 15 días sin ir al teatro, tenía mucho mono y no sabía muy bien que ver. Despues de visualizar el teaser, me animé por esta Doña Perfecta en el María Guerrero, que me resultaba atractiva por el asunto, pero que me daba un poco de miedo, ya que no estaba muy seguro ni de la adaptación ni de el tratamiento que se le iba a dar a tan difícil texto. Así que paraguas en ristre, nos dirigimos mi Santo y yo a uno de los teatros mas bonitos de Madrid, sin tener muy claro si lo que íbamos a ver, sería una velada de teatro con mayúsculas, o un fiasco tan grande como el número de páginas de Fortunata y Jacinta. La verdad es que con el CDN, nunca se sabe, yo he visto de todo. Desde producciones absolutamente sublimes, hasta bodrios dignos de mejor causa, que me han producido grandes dosis de indignación, como espectador y como contribuyente. Con este ánimo nos sentamos en nuestras butacas, situadas en la fila dos, como a mi me gusta, para no perder ripio de las interpretaciones.




Se levantó el telón, porque hay telon, je je je. Algo que parece que ya no existe en el teatro y que a mi me encanta. Y empezó una de las mejores producciones que he disfrutado en mucho tiempo.El montaje es sencillo en escenografía pero muy efectivo en lo visual. Todo el escenario, hasta corbata y proscenio están forrados con unos ajados azulejos que tuvieron cierto lustre en un pasado, pero que se encuentran en franca decadencia. Como metáfora funciona a la perfección. Un pequeño tren anticipa la llegada de alguien, al gran protagonista de la obra, Orbajosa, ese monstruoso pueblo provinciano enquistado en la hipocresía, conservadurismo extremo y farisáica santurronería. La obra empieza con un tono de tensa comedia ligera, cambiando las tornas según va avanzando la acción, hasta finalizar como una auténtica tragedia griega o Lorquiana, no lo tengo yo muy claro, aunque creo que estos dos términos, se pueden complementar sin ningún problema. Acertadísima es la idea de ir hacia atrás en el tiempo a medida, que los caducos valores de Doña Perfecta lo van emponzoñando todo, con las trágicas consecuencias, que aquel que vea la función descubrirá. El triunfo de Doña Perfecta es una involución total, desde la España actual, pasando por la Posguerra, según se va afianzando su malvado plan, hasta mediados del S XIX, cuando la oscuridad de la España Negra, lo cubre todo.




No se por donde empezar con  un reparto de semejante envergadura, y solidez.Empezaré por Las Tres Troyas, que a modo de coro de teatro griego nos va contando al público lo que ocurre en escena. Diana Bernedo,Julia Moyano y Vanessa Vega, construyen un personaje dividido en tres, inquietante, preclaro, y con momentos de gran belleza, en la parte cantada. Nos llevan de la mano ante los hechos que se van precipitando delante de nuestros ojos.Gran error la elección de Karina Garantivá, como Rosario, cierto es que el personaje no está muy bien desarrollado, en la novela también ocurre, pero ante un reparto de este nivel, una actriz todavía tan verde, desluce mucho. En otra producción pasarían mas desapercibidas sus carencias, en este caso queda muy, muy floja, no dando ni el mas mínimo atisbo de entidad a un desagradecido personaje, que se queda cada vez mas desvaído a medida que avanza el espectáculo.Alberto Jiménez crea un Don Inocencio, netamente galdosiano, cura contradictorio, hipocritón y anclado en el pasado, que con falsa modestia trata de forma condescendiente a todo aquel que no opina como el. Es absolutamente asombroso el tratamiento de este personaje, muy real, gracioso y temible a partes iguales, con un gran calado, tanto en lo que dice como en lo que hace. Roberto Enríquez como Pepe Rey, está soberbio. Sobrio, elegante y muy pero que muy seguro en lo que hace, consigue dotar de mucha humanidad este maravilloso personaje, que simboliza el futuro, el progreso, la sinceridad y todo aquello que Doña Perfecta aborrece. El personaje lo tiene perfectamente pillado, encariñándose el respetable con el, desde el minuto uno. Sin duda un interpretación de campanillas, donde nada es gratuito, nada es artificio, todo está medido y muy bien medido.Para finalizar la Doña Perfecta de Lola Casamayor, absolutamente espectacular. El personaje tiene una evolución alucinante, siendo el trabajo de la actriz en este sentido  impecable, la que empieza siendo una gran señora de la alta sociedad provinciana, termina siendo una gorgona digna de mejor causa. El proceso de este cambio es pasmoso, llegando muy dentro del espectador.El personaje tiene grandes dificultades, tanto por su complicada psicología, como por lo extremado del mismo. Me costará olvidar esta Doña Perfecta que forma parta de aquellos que nunca disparan un tiro sino que ordenan dispararlo. Sin duda un gran retrato de la Doña Perfecta que Galdós quiso plasmar. El resto del elenco está muy bien, es bastante extenso, por tanto no me puedo parar uno por uno, solo decir que todos cumplen con creces, con la excepción antes expuesta.







En resumen, una propuesta sólida en su planteamiento y en su composición actoral, que nos da momentos de gran intensidad dramática, siendo la guinda del pastel la estupenda gran escena del segundo acto entre Doña Perfecta y Pepe Rey. Mientras la estaba disfrutando la sensación de estar viendo Teatro con mayúsculas, flotaba por la sala, que placer tan grande se siente cuando esa magia se produce.El texto entraña grandes dificultades, por lo profundo de algunos pasajes, y el lenguaje que se utiliza. El trabajo del mismo esta muy conseguido, el espectador no pierde ripio, de una historia donde los grandes dilemas del ser humano se debaten y se plantean a calzón quitado. Ernesto Caballero logra una producción superlativa, muy bien dirigida, con una idea muy clara de lo que quiere y un planteamiento muy galdosiano en cuanto a la presentación de los personajes. La adaptación de la novela también corre de su cuenta, siendo magnífica. La esencia de Galdós, su calado social, casticismo contenido y sobre todo, su  profundidad de ideas y conocimiento de la naturaleza humana están mas que plasmados.





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lunes, 14 de octubre de 2013

Confesiones De Mujeres de 30 ¿A Que Huelen Las Nubes?


Adoro la comedia, pero los monólogos me cansan. Me surgió la posibilidad de ir a ver al Nuevo Teatro Alcalá, Confesiones De Mujeres de 30, reconozco que con cierta reticencia.
Era una tarde calurosa, y en plena hora de siesta sabática,así que no era el momento mas propicio, y el cuerpo no estaba para mucha verbena. Pero a pesar de esto, y con alguna cabezada en el metro, Mi Santo y yo,al teatro que nos fuimos, sobre todo porque somos muy "fans" de Yolanda Ramos. Sin saber muy bien que era lo que íbamos a ver, nos metimos en la sala pequeña, un espacio que me gusta especialmente, ya que la cercanía con los actores, hace que las interpretaciones se disfruten con mas intensidad. Cuando nos sentamos, nos encontramos que la sala estaba llena de chicas, mujeres, señoras, unos cuantos gays, y muy poquitos heteros acompañando con cierta cara de circunstancias a su novia, pareja u lo que sea, que diría un castizo.Con tal variedad de público mayoritariamente femenino o afín, nos sentamos casi en primera fila a ver que nos deparaba el espectáculo.....



Empieza la función....y sueltan tres monólogos, justo lo que no me gusta, tuerzo el morro, y me digo, AAAAAAAYYYYYY mi madre que me la han dado. Se presentan los tres personajes, dice  un discursito cada una que como en su título se indica, son tres mujeres de 30 años, y zaca....adiós al trillado monólogo de siempre, cambia el asunto y  empieza la juerga. Si digo que la obra es desternillante me quedo corto. El argumento es sencillo, tres actrices treintañeras (casi cuarentonas) nos cuentan a los presentes sus vidas, que realmente son un reflejo de la vida, de muchas de las mujeres, sin novio, pareja marido o amante, liberadas y liberales, que hacen con toda la razón del mundo, con su vida lo que les da la real gana,o lo que les dejan dependiendo de la situación. Aquí todo cabe, desde el sexo mas bruto, hasta el amor mas puro, pasando por, ciertos problemas con la ropa interior, potingues, vello facial, y néuras varias. Todo esto contado en un tono abiertamente desenfadado, desprejuiciado, y muy pero que muy divertido




Las tres actrices están de lujo, siendo las tres un pack indivisible, cada personaje tiene su punto, y son el contrapunto perfecto a las otras dos. Mónica Pérez, es la mas sensata de las tres, aunque también tiene lo suyo je je je. Meritxel Huertas está soberbia, muy desenvuelta y coloquial, siendo muy fácil identificarse con las cosas que cuenta, y que le pasan. Y luego está la bomba escénica.... Yolanda Ramos. Vende todo el pescao como se dice vulgarmente, con grandes dosis de descaro, desinhibición  y arte, mucho arte. Puedo decir que La Ramos es una de las grandes cómicas de nuestros días. Eso es algo con lo que se nace, no hay mas narices, y verla es un festival. Se queda en Bragas, se depila las piernas, y parece que nos cuenta sus confidencias a todos y cada uno de nosotros, mientras literalmente lloramos de la risas, entre ruborizados y regocigados, por el despliegue actoral y cómico que nos ofrece. Da gusto ver tres trabajos tan de verdad, y tan sólidos. A mi me cuesta saber, cuanto hay realmente de ellas en estas tres chicas, y cuanto de personaje. En eso radica el acierto de esta producción.




La función se pasa en un pispas, es ágil, divertida, y sobre todo muy fresca. En escena ocurren muchas cosas, aparentemente imprevistas, pero que parece ser que de improvisadas nada. Eso es un trabajo innegable tanto de dirección, como actoral. Conseguir esa frescura todos los días, es muy difícil, lograr esa espontaneidad, y que el espectador no se percate de que está preparado, es un triunfo. Las tres han bebido de La Cubana, como confiesan en una de su múltiples confesiones, y se nota. La función merece la pena, sin duda, y que nadie se confunda, la obra no está escrita para un público femenino, el escaso público masculino que nos encontrábamos en la sala, nos lo pasamos pipa. El humor es universal, el lenguaje utilizado en la obra también lo es, y si algún machista recalcitrante ve la función, entenderá un poquito mas a las mujeres, sus  contradicciones y conflictos. La esencia femenina, está mas que representada, está reflejada como en un espejo real, divertido, cotidiano, un poco bruto y sobre todo graciosísimo. Ríete tu de Antonio Gala je je je




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martes, 8 de octubre de 2013

La Verdad Sospechosa, La Verdad Mas Bella


Me cuesta animarme con el verso. Me resulta plomizo, lo reconozco. No es que tenga nada en contra de nuestros clásicos, y mucho menos de nuestro Siglo De Oro. Lo que me ocurre es que enseguida desconecto, y me pongo a pensar en los garbanzos que tengo que comprar para el cocido dominical. Esto lo achaco normalmente a la falta de pericia del actor a la hora de interpretar en verso, y no a mi estulticia como espectador (cosa mas que probable, por otra parte, aunque me cueste reconocerlo). Pero esta  vez , si que me apetecía ver algo de nuestro repertorio clásico. Todo debido a la histórica representación de La Vida Es Sueño, que disfrutamos el año pasado, con una Blanca Portillo sobrenatural. Así que muertos de  curiosidad, por ver  como se las ingeniaba Helena Pimenta, para al menos estar a la altura de su exitosa anterior  propuesta escénica. Nos dirigimos mi Santo y yo,  al Pavón para ver La Verdad Sospechosa.



La Verdad Sospechosa, es una comedia, ligeramente amarga, Que Pimenta convierte en nostálgica desde el minuto uno, con una evocación-ambientación mas que notable hacia el Modernismo, y gran sensibilidad en el tratamiento del texto. El montaje recuerda un poco al antiguo cinematógrafo, en el que las imágenes mudas se acompañaban con un pianista. Aquí hay pianista también, y una estupenda selección de temas musicales, que no hacen mas que acentuar la melancolía de lo que ocurre en escena. Esto no le resta ni un ápice de comicidad, ojo, los tiempos están muy medidos, y cuando hay que reírse se ríe....pero el trasfondo amargo está ahí, inherente a las jocosas situaciones que van pasando por nuestros ojos.




Vayamos al elenco, extenso, como ocurre casi siempre en el repertorio clásico. TODO el elenco está perfecto, así como en La Vida Es Sueño, lo encontré irregular, aquí la uniformidad es la regla. Destaco el Don Beltrán de Joaquín Notario, que sabe dotar al personaje de una gran humanidad y ternura. La Jacinta de Nuria Gallardo, desenvuelta y frescachona, con momentos de gran comicidad, que da una visión distinta de la típica dama joven del Siglo De Oro. Superlativo es el Don Juan De Sosa de David Lorente, dando vida a una creación desternillante de un personaje bastante extremado, que sirve de contrapunto al espectáculo. Juan Meseguer delicioso en sus intervenciones. El Tristán de Fernando Sansegundo tiene momentos que rozan la genialidad, siendo brillantísimo su primer monólogo. Tiene el papel muy pillado, es el Sancho de este mentiroso Don García, el espectador se encariña con el desde el primer momento, ya que Sansegundo moldea un escultura asequible, amable y con una presencia escénica apabullante. Por último el Don García de Rafa Castejón. Absolutamente soberbio, sin fisuras de principio a fin. Castejón dota al personaje de gran profundidad, algo muy de agradecer en roles de estas características, que en una lectura mas superficial se podría quedar en un mero caricato, sin mas pretensiones. Da momentos de gran lirismo al verso, y la escena en la que le canta los versos a su amada es de una belleza exquisita. El personaje nunca deja de parecernos simpático a pesar de sus tropelías, y eso sin duda es mérito del actor. El resto del elenco genial, ante la extensión del mismo entended que no pueda ir uno por uno. Pero solo decir, que sin duda están a la altura de los arriba expuestos.




La dirección escénica es magnífica. Pimenta lleva esta comedia por los derroteros que ella desea, sin el mas mínimo problema. La función está tratada de una forma muy delicada, incluso diría que con gran  mimo. La belleza plástica de algunos momentos apabulla, consiguiendo crear atmósferas realmente exquisitas, que cualquiera con un mínimo de sensibilidad sabrá apreciar. Mención especial tienen la luces de Juan Gómez Cornejo, dotando todo de un engañoso color verde esperanza, si veis la función me entenderéis. También es mas que destacable el diseño de vestuario de Angel Domingo y María Calderon.








Para finalizar hablar del interesantísmo tratamiento del verso que se hace en el espectáculo. Labor entiendo que se debe achacar a Vicente Fuentes y a los propios actores, que de forma inteligentísima rompen el verso, consiguiendo que el espectador se olvide de el propio verso. Suena natural, lejos de cualquier amaneramiento, se entiende a la perfección, y por supuesto sin asomo de cualquier soniquete. Ese que a mi tanto me aburre y me hace pensar en los garbanzos del día siguiente.

Una velada de teatro clásico, totalmente fuera de rancios convencionalismos. Belleza y lirismo a partes iguales. os lo recomiendo muchísimo. Estoy seguro de que vais a disfrutar, si no os gusta, siempre  me podéis correr a gorrazos, Cascorro arriba, Cascorro abajo


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viernes, 4 de octubre de 2013

Por Los Ojos De Raquel Meller, Pisa Morena, Pisa Con Garbo

Como buen teatrero que soy, me gusta la ópera, la zarzuela,el musical, la copla y el cuplé. La música escénica me fascina, me parece el género mas completo, donde se aúnan la interpretación y la música en perfecta comunión, siempre y cuando se haga bien. El otro día comentaba, que conseguir creerse que alguien se ponga a cantar como si estuviera en una verbena, mientras se muere, no es fácil. Se debe hacer un gran trabajo, para que el espectador se involucre en una situación tan surrealista, pero amiguitos, cuando se logra lo que los autores pretenden, se puede llegar a la luna de puro placer. Que bien se muere Violetta en La Traviata, mientras entona el Addio Del Passato, y como lloramos los espectadores!!!, je je je.






¿A que viene todo esto? pues a mi pasión cupletera. El Cuplé es un género  difícil, y muy denostado, ya que ha sido muy maltratado, salvo  honrosas excepciones como son la reverenciada Olga Ramos, estupendamente prolongada en su hija Olga María(cupletista y cupletóloga), Sara Montiel , la maravillosa Estrella Blanco (otra revolucionaria del género) y algunas mas, que me dejo en el tintero, por mi falta de memoria, pero que ahí están.El cuplé es difícil por su brevedad, la cupletista debe cantar, pero debe ser una gran actriz, capaz de contar una historia cerrada, en menos de cinco minutos.Muchas   han sido las llamadas, pero pocas, muy pocas, las elegidas.Con esto que os cuento ya os podéis imaginar el porque de mi interés en el musical Por Los Ojos De Raquel Meller. Mi Santo, adora el cuplé, pero sabe menos que yo, que ya es decir, así que antes de ver la función, le puse la conferencia de Olga María Ramos hablando, sobre la que posiblemente fuese la estrella española mas importante a nivel mundial del Primer Tercio del SXX. Con este ánimo nos acercamos al Reina Victoria, para disfrutar de un espectáculo, que me moría de ganas por ver.






Por Los Ojos De Raquel Meller, es mágica, el teatro a veces lo es, en eso reside su grandeza, y esto es lo que ocurre con esta producción. Te transporta a otra época, como si de un túnel del tiempo se tratara y sientes que estás en los años en los que transcurre la acción.Todo está cuidadísimo, las interpretaciones, ejecutadas a la usanza de aquella época, el vestuario es exquisito, las luces maravillosas, los decorados en su mayoría telones pintados,son tal cual uno se imagina que eran los espectáculos en aquellos tiempos del cuplé. Todo esto crea una gran y acertada ilusión. Es una figurita de porcelana exquisita, pequeñita en su formato, y enorme en su esencia. Se agradece cuando se hacen las cosas con criterio, y en este caso lo hay con creces. Disfruté como un enano, lo reconozco. Producción elegantísima. Menos es mas, máxima que aquí es muy acertado citar. Vayamos al elenco, en general estupendo, destacando según mi criterio una deliciosa Chelo Vivares, que lo mismo vale para un roto que para un descosido. Menuda solidez actoral que tiene esta artista de los pies a la cabeza, estando perfecta en todos sus papeles, es lo que yo llamo una robaescenas en el buen sentido de la palabra, por supuesto. Pablo Rossi, destaca en la bravura con la que interpreta  la famosa romanza de El Huésped Del Sevillano, y para finalizar Amanda Puig, como la rutilante Raquel Meller. Cumple con creces, pero en mi humilde opinión le falta un poco de carácter para imprimir la imagen de gran diva que daba la Meller, esto no quiere decir que este mal ni mucho menos, seguro que se trata de una opinión personal mía, y del cliché del personaje que tengo en mi cabeza. Su interpretación es muy honesta, emotiva y sigue una linea perfectamente válida. Intentaré al menos ver a otra de las tres actrices que interpretan el papel.En teatro todo vale, siempre y cuando esté justificado, y en este caso lo está. El resto del elenco cumple a la perfección trabajando como jabatos, durante todo el espectáculo. Hugo Pérez, dirige con puño de hierro esta producción, sabe lo que quiere y como lo quiere, y eso se nota. Nada es gratuito, todo está pensado, y sobre todo, todo está documentado. Así es imposible que las cosas se hagan mal





El espectáculo, esta acompañado, por tres músicos a modo de orquestina, que suenan francamente bien, siendo la dirección musical de Mikhail Studyonov, realmente inspirada. Se nota que se ha trabajado en la esencia de los temas que se cantan en la función. Salí con la sensación de ver un espectáculo de gran calidad, realizado con mucho amor y respeto ante el mal llamado Género Infimo


Os dejo un vídeo sobre la creación de este maravilloso espectáculo





*Si alguien considera que alguna de las imágenes utilizadas en este blog, está protegida por copyright, ruego que me lo comunique para retirarlas a la mayor brevedad posible

martes, 1 de octubre de 2013

La Justicia Según Los Justicieros


Hace mas o menos un mes, me fui a ver un pase previo de una adaptación de Los Justos de Camus, los ensayos generales con público tienen un sabor especial, ya que los actores son mas ellos mismos, se les ve sin artificio, y todavía en proceso creativo, esto a veces es la mar de interesante, y a veces resulta un tostón de tres pares de narices. Depende basicamente de la madurez del espectáculo, así que cuando uno va a ver esta forma de representación, tan necesaria para tomarle el pulso a la función, uno va concienciado de lo que va a ver, y dispuesto a perdonar cosas, que en una obra ya rodada no perdonaría. Con esta mentalidad nos fuimos a Parla, que en cercanías está muy cerquita, mi Santo y yo, dispuestos a ver una función fuerte y teatro, poco convencional, Así que nada, en plena fiebre olímpica, todavía ojipláticos por la verborrea de Ana Botella, esta vez sin perlas ni tacones, ya que la ocasión no lo pedía, nos largamos con viento fresco a pesar del bochorno que hacía a Parla de Mallorca, perdón de Madrid





Antes de hablar de la función, quisiera hablar de Camus, el que suscribe se tomó su primer whisky, gracias a, o por culpa, de el Sr. Albert Camus. Siendo yo un tierno mancebo, aunque ya con juicio para saber alguna cosa de la vida, me fui a ver Calígula dirigida por José Tamayo, con Luis Merlo de protagonista. Sufrí mi primera catarsis, hasta tal punto que a la salida me tuve que tomar algo que me templara un poco el subidón, y un amigo que iba conmigo, ya mas puesto en estos temas, me dijo tómate un whisky,  yo como un corderito en estado de shock, me pimplé a palo seco, el  primer JB con hielo de mi vida. Ni que decir tiene que me volví loco con el autor, me leí todo lo que había escrito, y me creía el mas existencialista de los existencialistas ,ya sabemos que los adolescentes pasan por muchas fases,je je. Voy al lío que me disperso...






Los Justos ,es un texto que leí en mis primeros tiempos de estudiante de interpretación  (si, tengo un pasado, je, je, je, ¿acaso lo dudabais?),me impresionó mucho en su momento,pero el impacto con el paso del tiempo se fue diluyendo,la inteligentísima adaptación que vimos, no chirría en lo mas mínimo,si los protagonistas originales eran revolucionarios antizaristas,los de hoy son etarras,un paralelismo mas que acertado,en un momento muy propicio para plantear este asunto.El conflicto empieza en el momento en el que un terrorista iba a detonar una bomba en un coche, cuando pasa el vehículo ve que hay dos niños dentro y aborta la operación.La obra es dura,dura por muchos motivos,el primero,el shock que produce en el espectador ver que los terroristas tienen dilemas morales como todo hijo de vecino.El segundo, que aunque uno nunca estará de acuerdo con ellos,entiende sus motivaciones, y el tercero, que los grandes conceptos de la humanidad como son la justicia y la paz, tienen múltiples lecturas, a cada cual mas perversa,pero que pueden ser perfectamente argumentada, con la mas sibilina de las manipulaciones del lenguaje. No nos engañemos. La obra no es pro-etarra ni mucho menos,pero si humaniza unos personajes que uno nunca se plantea como seres humanos,algo que engrandece el texto,no existen los malos absolutos ni los buenos buenísimos,cada uno tiene sus luces y sus sombras.La dirección escénica es fascinante.Todos los personajes se pasan  la función atados a la tierra con unas enormes sogas,en el pecado llevan la penitencia amiguitos,aquello que tanto aman,aquello por lo que matan y mueren es su carcelero mas implacable,sin duda un gran acierto el concepto,tanto del espectáculo como de la escenografía.Las relaciones y los personajes están perfectamente definidos,otra labor de dirección a tener en cuenta.Por tanto un 10 absoluto para Javier Hernandez-Simón.Elenco de primerísimo orden destacando Lola Baldrich,absolutamente soberbia tanto como etarra,como viuda de víctima vestida de blanco,que perdona al asesino de su marido,siendo para el terrorista lo peor que le podían hacer.Ese momento me impactó muchísimo,que el hecho de que alguien te perdone,sea tan terrible y haga que todo lo que te rodea se derrumbe,es algo que nunca me había planteado, pero ciertamente cuando uno quiere sembrar odio, si no lo consigue, lo que ha hecho no sirve para nada.




Todo el reparto está de lujo,siendo los personajes muy complicados de perfilar,algo que consiguen con muchísimo acierto,son creíbles y sobre todo,son de verdad.Al ser un pase previo todavía le falta un poquito de ritmo,es normal,la obra necesita rodaje,en seis funciones eso está superado,no hay mas que medírle el tiempo al texto y ver la reacción del espectador,cosa que con los actorazos que forman este espectáculo,va a estar mas que solucionado.Espero que entren pronto en Madrid,habrá polémica,la obra sin duda es polémica,pero creo que hay momentos en los que la sociedad debe enfocar algunas cosas a cara de perro,y  en este tema España, ya va siendo hora de que lo haga.No contentará ni a unos ni a otros,eso dice mucho sobre esta valiente producción,y sobre un texto que con casi 70 años sigue levantando ampollas ( como todo Camus). Los Justos ya está de gira por los teatros de España ,yo espero verla otra vez en Madrid, y lo mas pronto posible.

* Fotos cedidas por 611teatro