sábado, 4 de octubre de 2014

Priscilla Reina Del Desierto, La Vida En Glorioso ( Y Glamouroso ) Technicolor

Tenía unas ganas tremendas de ver Priscilla Reina Del Desierto. La película, icónica y muy mitificada en mi generación, me parece una obra maestra, y el musical me resultaba la mar de atractivo por varias premisas. Su estética, su música y la fama que precedía esta producción en sus diversas representaciones alrededor del mundo, me parecían suficiente garantía como para saber que se trataba de una apuesta de calidad, tanto artística como en cuanto a montaje se refería. El jueves asistí al estreno ( no oficial ) y por tanto mas de verdad, de este estupendo espectáculo. Y he de reconocer que salí encantado. La energía tan buena que se respira, el buen rollo que transmite la función y el subidón de adrenalina que me inyectó, hicieron que pasase una maravillosa velada, cargada de glamour, lentejuelas, pestañas, plataformones, y lo que es mas importante, teatro y espectáculo con mayúsculas. Estamos sin duda ante la producción de la temporada en cuanto a gran circuito se refiere, y a un clarísimo ejemplo de la madurez que el género musical va adquiriendo en nuestro pais. Si queréis pasarlo bien, reíros a mandíbula batiente, y disfrutar de un espectáculo de relumbrón, esta sin duda es vuestra función.
Muy emocionado ante lo que me esperaba, me acerqué al Nuevo Teatro Alcalá, esperando pasármelo en grande, y vaya si lo conseguí!! la cosa como iré narrando estuvo muy por encima de lo esperado, sin duda salí del teatro  pensando aquello de  que bello es vivir, porque esta Priscilla, es un maravilloso chute de amor a la vida, las cosas que esta nos ofrece, y en definitiva de todo aquello que nos permite disfrutar.




                        
Priscilla, es un musical un tanto atípico. Me explico, su humor no tiene nada de almibarado, la historia, no tiene esa pátina de cursilería que muchos musicales adolecen, la obra no es precisamente politicamente correcta, y algo que me hace esta función muy interesante. Entroca directamente con un género casi extinto, y tan vapuleado como es la revista. Esta Priscilla bebe claramente de sus fuentes, con números musicales que en su mayoría funcionan como cuadros independientes de la acción dramática, y que utiliza muy astutamente el señuelo de " no se vayan todavía que aún hay mas " cada cuadro supera al anterior, sorprendiendo continuamente al espectador en un alarde de imaginación apabullante. Es decir, como si de una especie de Ziegfield Follies, rabiosamente moderno, descarada y necesariamente queer, se tratara, se sumerge al espectador en un mundo de fantasía visual y artística perfectamente hilada y remozada con un envoltorio fastuoso. Esta Priscilla nos lleva a un soberbio ejercicio de nostalgia, un tanto camp, que resulta absolutamente delicioso para el espectador. ¿ Estamos ante la revista del S. XXI ? puede ser que si.

                     

Vayamos con el elenco, muy homogéneo, y muy pero que muy bien elegido.

Pedro Martell, solo tiene un número, haciendo de Bernadette cuando era joven. A Martell le ha tocado en suerte el momento mas clásico y arrevistado de la función, realizando una estilizada y cuidadísima creación de lo que eran las drags antiguamente. Está superior, elegantísimo y realizando una ejecución perfecta del play back, algo que se me antoja harto dificil. Estamos ante un artista de los pies a la cabeza, una auténtica vedette, que mueve el traje soberbiamente y engrandece el gesto en cada movimiento, de forma fastuosa como la cosa requiere.

Cristina Rueda da vida a Shirley, una peculiar dueña de un garito de mala muerte, homófoba, aunque intuyo yo que tiene mucho que callar en este asunto, desastrada y muy pero que muy graciosa. Está estupenda en su papel sacando mucho jugo a una interpretación muy bien enfocada en lo corporal, y perfecta en lo vocal. Su intervención es divertidisima, y el público se queda con ella desde que sale a escena. Cuando aparece, uno piensa... un momento que aquí va a pasar algo, je je je, y vaya si pasa !!!

Noemí Gallego, da vida a Cinthya, la curiosa oriental, de alucinantes facultades en las que se mezclan su vagina y pelotas de ping pong en un alarde de particular virtuosisimo genital. Gallego ofrece descaro y comicidad a partes iguales en otra de las pinceladitas que plagan este divertido espectáculo. Su primera escena es un festival que no deja indiferente a nadie, por su desprejuiciada creación que en otra actriz pasaría muy desapercibida. Vocalmente está correctísima, impagable en su número, siendo una mezcla de Kimera y una estrella de culebrones oriental totalmente desaforada, que hizo que me riera como un loco.

Patricia Del Olmo, Rosanna Carraro y Aminata Sow, dan vida a las Tres Divas, algo así como el álter ego musical de los tres protagonistas de la obra. Aquí amiguitos hay mucha calidad. Estamos ante tres cantantes como la copa de un pino, de impresionante presencia escénica y que ofrecieron algunos de los mejores momentos de la velada. Se nota que se ha apostado fuerte por estos tres personajes, con gran criterio, ya que su buen hacer es crucial para el buen desarrollo del espectáculo. Estamos ante un claro ejemplo de todo lo que yo admiro en un artista. Sus apariciones quitan el hipo, tanto por lo que las envuelve, como por el altísimo nivel de lo que ofrecen. Tres voces perfectamente conjuntadas, tres actrices que crean un único personaje y un desenfadado coro griego que ilustra de forma magistral lo que está ocurriendo en escena. Absolutamente maravillosas sin concesiones.

David Venancio Muro, da vida a Bob. Muro es un todoterreno, que abarca cualquier género sin el mas mínimo problema, y aquí lo demuestra creando un sensible personaje, que derrocha bonhomía y que resulta muy entrañable para el espectador. Su trabajo resulta extremadamente creíble, humano, cercano y muy de verdad, eso que tanto me gusta en el teatro, y que tan pocas veces se encuentra. Bob está en todos lados, todos conocemos a un Bob, hombre íntegro, de profundos sentimientos y que no se preocupa ni por el que dirán ni por los derroteros que va tomando la vida, por muy insospechados que estos sean. Me quedé prendado de este Bob y del Trabajo de David V. Muro, que es con gran justicia un figurón de nuestro panorama teatral.

Christian Escuredo, crea una esforzada Felicia, muy bien apoyado en lo corporal, con gran plasticidad de movimientos, y estupenda forma física que aprovecha al máximo en sus coreografías. Escuredo cumple con creces, aunque está un poquito plano en la parte actoral, sobre todo en la segunda parte, donde su vínculo con Bernadette, no esta todavía pulido del todo, nada grave que estoy convencido que con el rodaje del espectáculo se solventará sin problemas. Escuredo está muy gracioso, tiene momentos muy brillantes, y resulta muy magnético en escena. Su papel es un bombón que Escuredo aprovecha sin ninguna duda, haciendo que el espectador se encariñe con el, practicamente desde el primer momento que sale a escena.

Jaime Zatarain da vida a Tick. Zatarain está estupendo en un papel, bastante comprometido tanto musical, como actoralmente. Lo encontré muy elegante, con ciertos ecos de John Barrowman, al que se parece asombrosamente en escena, sobrio, natural y con gran presencia escénica, tiene varios números en los que brilla enormemente, y ofreció una interpretación al mas puro estilo Broadway. Zatarain tiene una formación aparentemente muy de musicales, algo que se nota en su forma de hacer, y que le ayuda a tener muy pillado el pulso a la función y a sus momentos. Estamos ante un artista muy completo, que conoce el género a la perfección, y que cualquier aficionado lo percibe en cuanto abre la boca. Un diez para Zatarain sin ninguna duda.

Y para finalizar, Mariano Peña como Bernadette. Inconmensurable, Peña sirvió una interpretación de gran altura de un personaje de grandes dificultades, que en otro actor sería una mera caricatura. Dar vida a un transexual de forma creíble es dificilísimo, nada chirría en la creación de este soberbio actor, que logra que literalmente nos ahoguemos con nuestras carcajadas, y que nos enternezca con la grandeza de esta Bernadette, con mas heridas que un torero, que deja patente que ante todo está su dignidad como persona y como mujer, y la lealtad hacia sus amigos. Bernadette sabe mucho de la vida, es excesiva, un tanto neurótica y una explosión de comicidad pasmosa. Sin despreciar a nadie porque todo el elenco es fabuloso, Mariano Peña brilla con luz propia y con gran justicia, por su honestísimo trabajo, que sin lugar a dudas es de premio. Hay un algo inexplicable que algunos artistas tienen, y que sin lugar a dudas Mariano Peña posee, y lo que es mas grande lo  comparte con el público y con sus compañeros, abriéndose en canal, para que todos disfrutemos de su enorme arte.

                       


Encontré fabuloso al conjunto y cuerpo de baile, que dan mucho empaque a esta producción, todos están a un nivel muy alto tanto en la parte vocal como en la coreográfica. El ballet merece una mención aparte, ya que ofrece momentos fastuosos. Un conjunto potente enriquece enormemente un espectáculo, y esta función es un ejemplo clarísimo de un elenco extremadamente cuidado, y elegido con gran criterio.

Angel Llacer, encargado de la dirección artística, se ha lucido, creando una Priscilla tremedamente dinámica, divertídisma, muy matizada en lo actoral, y que se pasa en un suspiro. Sin duda Llacer sabe muy bien lo que tiene entre manos, y saca todo el jugo a un material de base muy sabroso, y que Llacer ha entendido en su esencia a la perfección.

                       


La producción es fantástica, una " stravaganzza " visual que con un alarde creativo pasmoso, hace las delicias del respetable, por su frescura, imponente acabado formal y glamourosa puesta en escena. La obra es un aténtico tour de force para todos los componentes del espectáculo, tanto a nivel artístico como técnico. Función durísima para los artistas y de una complejidad técnica abrumadora. Reconozco que salí fascinado ante la calidad de este musical que merece un gran éxito y que es sin duda el gran estreno de la temporada. Alejada de ciertos acartonamientos que se pueden ver en otros espectáculos de este nivel, Priscilla ofrece un entretenimiento de altura, teatro en estado puro, un enternecedor canto a la tolerancia, la diversidad sexual, y en definitiva una explosión que habla sobre la alegría de vivir, la parte mas lúdica de la vida y lo que es mas importante, un sano, necesario y muy edificante tratado sobre el VIVE Y DEJA VIVIR. Largo reinado a Priscilla!!! la mas reina de las reinonas!!!!!




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1 comentario:

  1. Quiero ver esta Priscilla!!!!!!!!! Y no digo más.Además adoro a David Venancio Muro.Como adoro a su papi ya desapareció.Le comparto en facebook esta critica pero ya!!!!

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