miércoles, 18 de octubre de 2017

La Familia Addams, Terrorificamente Divertida.

Esta temporada que acaba de comenzar viene cargada de grandes estrenos, y los musicales son una importante parte de la cartelera, ya que por ahora al menos hay en cartel cuatro producciones, mas alguna que todavía está por estrenar. Se trata sin duda de un síntoma muy bueno, y que nos dice que el género musical cada vez tiene mas adeptos en nuestro país. Algo que a mi personalmente me encanta por varios motivos. Que haya variedad y oferta, quiere decir que los musicales interesan. y además que el espectador cada vez entiende mas el género y se educa de la mejor forma posible, es decir viéndolo, ya que las grabaciones son fantásticas, pero un pálido reflejo de la totalidad de un espectáculo. Un público que conoce el género lo convierte en exigente, y por tanto el nivel debe subir en las producciones, ya que lo de dar gato por liebre cada vez resulta mas difícil. Esto que planteo se está viendo reflejado en las últimas producciones de musicales que estoy viendo, ya que el nivel ha subido, y el género cada vez se encuentra mas asentado en nuestras carteleras, con intérpretes especializados en comedia musical, y de variada y sólida técnica.
La pasada semana se estrenó La Familia Addams, la comedia musical de Broadway, y esta producción es un ejemplo paradigmático de lo que planteo, ya que cuando las cosas se hacen bien así se debe reconocer. La Familia Addams ha sido toda una sorpresa, de esas que todos los años se dan en nuestras carteleras, en las que una obra sin mas aspiraciones que la de entretener se muestra como un descubrimiento muy agradables, y que resulta muy gratificante de ver.


La Familia Addams con música de Andrew Lippa y libreto de Marshall Brickman y Rick Elice, se estrenó en Broadway en 2010 y fue nominada a dos premios Tony ( mejor musical original, y mejor actor de reparto) se llevaron a cabo 711 funciones, y si bien es cierto que no se puede considerar uno de los grandes éxitos de la cartelera neoyorkina, por el pasaron importantes figuras del musical estadounidense, entre ellas Nathan Lane y Brooke Shields.
La obra está basada en las tiras cómicas del mismo nombre, que han sido llevadas al cine y a la televisión en múltiples ocasiones. Nos encontramos ante una partitura de cierta dificultad en algunos momentos, especialmente en el personaje de Miércoles, y con sorprendentes momentos de atonalidad que van en total consonancia con la peculiar forma de ser de sus protagonistas. Los coros son abundantes, y complicados, especialmente en las féminas, y de gran importancia en el desarrollo de la función, ya que se encuentran presentes practicamente durante todo el espectáculo. Cada personaje principal tiene su numero de lucimiento, y alguno de los secundarios también se deben batir el cobre a nivel musical en algunos momentos.
El libreto, ligero y divertidísimo, se encuentra mejor desarrollado en su primera parte que en la segunda, pero funciona sin problemas como lo que es, un divertimento sin pretensiones y liviano, para pasar una tarde sin complicaciones. La historia gira en torno al conflicto que conlleva que Miércoles, hija de la familia, se enamore de una "persona normal" algo que para Los Addams es un problema ya que su visión de la normalidad es un tanto peculiar. Toda la acción se desarrolla durante la noche que Miércoles presenta a su novio y a sus padres en la mansión familiar, con las consabidas situaciones cómicas que conlleva el choque de trenes entre una conservadora familia de Ohio y los ténebres Addams.


Vayamos con elenco.

Alejandro Mesa, como Pugsley Addams.
Muy cumplidor y entregado, si bien es cierto que tiene un papel un tanto desagradecido, Mesa lo lleva a cabo con gran solvencia y naturalidad, cumple sin problemas en todas las disciplinas, y logra que nos creamos este extraño adolescente de maneras masoquistas, y con una curiosa forma de entender el amor fraternal, sillas eléctricas incluidas.

Meritxell Duró, como la Abuela
Conocidísima por el espectador dado su paso en La Cubana, Duró da vida a esta peculiar anciana en su código habitual, muy centrada en lo corporal y de arrolladora comicidad. Nuestra intérprete, especialista en este tipo de papeles, resulta ideal para llevar a cabo un personaje que en otra actriz con menos personalidad, quizás pasase sin pena ni gloria, Duró lleva el papel a un terreno caricaturesco en grado sumo y con gran efecto cómico en todas su intervenciones. Dotando de su peculiar impronta a su trabajo y logrando con creces redondear su trabajo.

Fernando Samper, como Fétido Addams.
Magnífico en un comprometido papel, el mas tierno de la función, y que Samper profesional avezado del género lleva a cabo de forma impecable. Samper dota a Fétido de una bonhomía muy de agradecer, y brilla mucho en sus múltiples partes cantadas. De perfecto tono tanto en lo actoral como en lo musical, Samper realiza un trabajo contenido y de amable apariencia. Nada sobra y nada falta en el extraño poeta enamorado, no diré de quien, que nuestro actor ejecuta con oficio y aparente facilidad.

Andrés Navarro, como Malcolm Beineke.
Correcto, aunque en un código mas sobrio que el resto de sus compañeros, ya que el papel no da lugar a excesos. Muy sentado en todas sus intervenciones actorales, lo encontré un tanto destemplado en lo musical, pero sin llegar a molestar, ya que nos encontramos ante un papel mas enfocado a un actor que a un cantante.

Julia Möller, como Alice Beineke.
Soy mucho de la Möller, lo reconozco, siempre cumple y me parece una gran cantante. Alice Beineke tiene sus momentos de dificultad, especialmente durante una desmelenada escena. Escena que resulta magnífica en manos de nuestra actriz. De agudo facílisimo y bonito timbre, Möller brilla mucho, y resulta muy cómica. Möller nunca falla, y siempre es garantía de un trabajo bien hecho, en Los Addams sorprende, por el código mas extremado del personaje, que al que no nos tiene acostumbrados, y que funciona a las mil maravillas.

Iñigo Etayo, como Lucas Beineke.
Otro caso de personaje sin mucha chicha, llevado a buen puerto, gracias a la estupenda presencia escénica de Etayo, y a sus mas que correctas intervenciones musicales. Tiene mucha química con Lydia Farrén, su enamorada, algo imprescindible para que sus escenas funcionen.

Lydia Fairén, como Miércoles Addams.
De lo mejorcito de la noche. Miércoles es posiblemente el papel con mas complicación a nivel musical y actoral del espectáculo, y Fairén resulta muy adecuada en todas las disciplinas. Vocalmente estuvo magnífica, en un rol que precisa de facilidad en la zona aguda, control de la zona de paso y un buen fraseo. Lydia Fairén pasa la prueba con nota, ayudando mucho el bonito timbre tipicamente musicalero que posee, y que resulta el idóneo para  el personaje. En la parte actoral se encuentra deliciosa, en un trabajo medido al centímetro, y donde el gesto contenido, pero calcado al referente que tenemos del personaje, es primordial, y que nuestra actriz tiene estudiado de forma admirable, siendo el resultado redondo y consiguiendo que entendamos perfectamente a Miércoles, algo que para ser sinceros, es realmente difícil, porque el papelito se las trae.

Xavi Mira, como Gómez Addams.
De gran solidez escénica, y con aires de primer actor, que diría un antiguo, dota de mucha entidad a un personaje en el que se sustenta gran parte de la función, con gloriosos apartes, y que necesita de una intérprete con buenos recursos para llevarlo a buen puerto. Mira le da el toque justo de calzonazos a Gómez, y sobre todo una gran naturalidad consiguiendo que nos identifiquemos con el en algunos momentos de la función. Hace una pareja estupenda con Carmen Conesa, su amádisima Morticia, siendo sus escenas juntos de lo mejorcito de la función.

Carmen Conesa, como Morticia Addams.
Magnífica, si bien es cierto que va de menos a mas, ya que su papel brilla mas en el segundo acto que en el primero. La carismática matriarca de Los Addams no es moco de pavo, y Conesa la lleva a cabo con oficio y aires de gran diva, especialmente en su número principal, con el que triunfa de pleno, y así se lo agradeció el respetable. Me pareció ver cierto agotamiento vocal, especialmente en la zona aguda, nada que moleste ya que el conjunto de su trabajo resulta mas que satisfactorio, y queda muy bien rematado en la parte actoral, donde la hierática presencia de Morticia está perfectamente reflejada, así como las famosas frases lapidarias que hacen a este personaje tan especial.

Mención especial para el soberbio Lurch de Javier Canales, cuya presencia escénica resulta impagable y de arrolladora comicidad. Hizo las delicias del niño que estaba sentado a mi lado, que solo con verle caminar sobre sus zapatones ya se moría de la risa.


Conjunto espléndido, con momentos de gran complejidad a nivel musical y coreográfico, cumpliendo sin problemas en todas las disciplinas. Todos bailan y cantan de maravilla, y se encuentran perfectamente integrados en la función, con unas intervenciones muy bien movidas y con unas mas que logradas evoluciones. 

El espectáculo lleva orquesta en directo  (con Pedro Arriero a la cabeza que lleva la batuta con gran pulso teatral) y que la verdad es que suena de maravilla, parece ser que los tiempos de la música enlatada en los musicales ya han pasado a la historia, algo muy de agradecer, y que debe ser reconocido.


Esteve Ferrer se encarga de la dirección artística, y lo hace con gran tino, Ferrer es muy consciente del material que tiene entre manos, y por tanto, como no nos encontramos ante una obra de gran calado literario, sino ante un entretenimiento ligero, apuesta por el gag visual y los chistes patrios de forma muy acertada, logrando que el espectáculo sea cómico en grado sumo, y divertidísimo. Ferrer dota a toda la función de un ritmo fabuloso, algo muy importante en la comedia, donde los diálogos van picados y los chistes se encuentran perfectamente encajados. Todo el espectáculo tiene cierto aire a comedia musical clásica que resulta muy gratificante, liviana y sin mas pretensión que la de entretener al respetable. Visualmente la función está conseguidísima, si bien es cierto que nos encontramos ante un musical de formato medio, lo que se tiene se aprovecha de forma admirable y muy resultona. Desde la magnífica escenografía de Felype de Lima, que ya sorprende antes de levantarse el telón, hasta las, una vez mas, magistrales luces de Juanjo Llorens, todo funciona a la perfección en una producción, dotada de mucha magia teatral, cierto encanto naif, y con unos trucos escénicos, fáciles, pero efectivos. Nos encontramos ante un producto realizado con esmero en su propuesta escénica, y que resulta mas que satisfactoria en su acabado final. La Familia Addams es terrorificamente divertida, está llevada a cabo con un gusto exquisito, y muy cuidada a todos los niveles, especialmente en su elenco y tratamiento visual. Sin duda un espectáculo para todos los públicos, y que hará las delicias de los mas pequeños, sin restar los guiños al público adulto con un sentido del humor gamberrete por momentos y de mas que fácil digestión.





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